domingo, diciembre 31, 2006

Naturaleza muerta

Me asombra su quietud
ante mis caprichos.
Cómo ensancha su pecho
cuando yo estrecho mi palabra
y se la arrojo.
Su mano siempre abierta
aliviando un alma
dolida por la (hoy más que nunca)
temporalidad de su cuerpo.
Y, aún más, que todavía me quiera
sabiendo que, quizá, mañana
sea su naturaleza muerta.
Martín Lucía
***



El movimiento de tu cabello ya no es el mismo, se está pudriendo. Y aquellos ojos azules se pierden, se vuelven grises por este humo que nos ahoga.
El miedo avanza y en cualquier esquina aparecen los rostros desilusionados de aquellos que miran a través del vidrio contemplando este final corrompido y casi muerto que nos lleva al abismo.
Mis dedos apuntan vagamente al sur, ese sur por donde te vas envuelta en llamas, llevándote contigo el poco aire que queda, el poco aire que te pertenece.
¡Déjanos un último río de vida y un pequeño sol que provoque sombras!¡Déjame volver a sentirme vivo, aunque de una u otra forma, eso, conlleve hacerte daño!

Maik Underground