jueves, diciembre 07, 2006

El inquilino


Se agarró a mí, por dentro.
Quizá, pensando que jamás me desprendería de él, pero casi sin pensarlo, me encontré en aquella habitación verde, con esas personas verdes que me drogaron para hurtarme el inquilino que se instaló en mí.

Yo no me di cuenta, mi cuerpo se emborronó, pero sé que la herida lloró sangre por la fatal despedida. Todo ocurrió en un martes sin sol y con una fabulosa lluvia que cubría el edificio. Cuando llegó el final, pude ver a mis amigos los pájaros, que se asomaban a la ventana para despedir a ese trozo de mi, que quedó en aquella habitación verde.

Maik Underground
***
Vomité.
Y de mí salió ese otro
que casi nunca reconozco
ante los ojos ajenos.
Vomité.
Lo expulsé.
pero en mis adentros
quedaron, quedan sus frases,
sus recuerdos,
sus verdades…
Martín Lucía
***

2 Comments:

Blogger Isthar said...

Nunca muere del todo lo que ha sido parte nuestra, aún cuando controlamos su vida, sus voces y hasta sus lamentos...

5:28 p. m.  
Blogger MaLena Ezcurra said...

Palabras tan bellas e intensas, que tengo miedo de lastimarlas, con mis palabras.


Abrazo con aromita a hierba.

5:00 a. m.  

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