sábado, noviembre 25, 2006

Después del funeral


Estos barrotes, rodean mi lapida, y separan
mi vida de la que tuve una vez ahí afuera.
Ahora, mi cuerpo no tiene sombras,
y los movimientos han sido
limitados a dos o tres expresiones.
Mi cara advenida, no puede reflejarse
ni siquiera en aquel espejo roto.
Siento que mis órganos se llenan
de frío, porque una fina capa de escarcha
me esta recorriendo por dentro.
Sé que mi cuerpo está muerto,
ya murió, lo sé, pero mis sentimientos
y los recuerdos, aún no han fallecido,
y quisiera arrojarlos a esa vida que dejé.

Maik Underground

***
El silencio se instaló en unos ojos
que hacía días que no miraban
allí donde otros
andaban viendo horizontes.
Se miraron todos
y, sin decirlo,
sin comentarlo, supieron
que la muerte
ya hablaba por ellos.

Martín Lucía

2 Comments:

Blogger Isthar said...

Estremecedora mezcla la que une las letras de uno y otro en este acercamiento de emociones a lo que se puede sentir tras la muerte.

No quisiera pensar que las emociones y los recuerdos pueden quedarse a ese lado de la verja, prefiero creer que sólo los que se llevan sus pasos más allá, los conservarán.

La muerte pone el punto y final a una conversación que en ese momento, ya se puede dar por terminada.

Me encanta esta combinación de pensamientos y creatividades :)

4:12 p. m.  
Blogger MaLena Ezcurra said...

Silencio.

Nada despues.



Besos blue.

12:58 a. m.  

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